Una casa fabulosa cuyo estilo oscila entre criollo y colonial, situada en un oasis de frescura y vegetación.
Con su linda fachada naranja y sus persianas blancas, de seguro no les defraudará.
Evaristo, el Señor que se ocupa de la finca, es muy atento, cocina excelente y sobre todo sus especialidades culinarias son el pato al vino y el locrio de pollo. Una acogida calurosa.
La casa consta de dos pisos, tres habitaciones siempre muy limpias y laqueadas en blanco. Las mismas se destacan por su colorido :
Verde Limón
Azul Carambola
Amarillo Chinola.
Los tres cuartos de baño, siempre impecables, ofrecen el agua caliente.
La cocina está equipada de una estufa de gas, una nevera y todos los utensilios imprescindibles en una casa.
En el inmenso jardín, donde los niños pueden correr a su antojo, jugar al volley-ball o descansarse en una hamaca ; un barbecue espera tranquilamente que se le ponga el fuego.
Y por si fuera poco, un río despliega sus encantos a cien metros más abajo de la casa.
Se trata sin duda de la casa más encantadora del lugar.
Los ríos Comate y Comatillo fueron incorporados al sistema de áreas protegidas con categoría de Monumento Natural por la Secretaría de Medio Ambiente en 2007.
Vayan a ver por si mismos, no regresarán fallidos.
Con su linda fachada naranja y sus persianas blancas, de seguro no les defraudará.
Evaristo, el Señor que se ocupa de la finca, es muy atento, cocina excelente y sobre todo sus especialidades culinarias son el pato al vino y el locrio de pollo. Una acogida calurosa.
La casa consta de dos pisos, tres habitaciones siempre muy limpias y laqueadas en blanco. Las mismas se destacan por su colorido :
Verde Limón
Azul Carambola
Amarillo Chinola.
Los tres cuartos de baño, siempre impecables, ofrecen el agua caliente.
La cocina está equipada de una estufa de gas, una nevera y todos los utensilios imprescindibles en una casa.
En el inmenso jardín, donde los niños pueden correr a su antojo, jugar al volley-ball o descansarse en una hamaca ; un barbecue espera tranquilamente que se le ponga el fuego.
Y por si fuera poco, un río despliega sus encantos a cien metros más abajo de la casa.
Se trata sin duda de la casa más encantadora del lugar.
Los ríos Comate y Comatillo fueron incorporados al sistema de áreas protegidas con categoría de Monumento Natural por la Secretaría de Medio Ambiente en 2007.
Vayan a ver por si mismos, no regresarán fallidos.
